Traducción del original en inglés: “A Silicon Valley School That Doesn’t Compute” publicado en el New York Times el domingo 22 de octubre de 2011. De la traducción: copyright (c) Pau Garcia i Quiles, 2011.

Un colegio de Silicon Valley no computa

Por MATT RICHTEL

LOS ALTOS, California — El Director Técnico de Ebay envía a sus hijos a un colegio local de nueve aulas. Lo mismo hacen empleados de gigantes de Silicon Valley como Google, Apple, Yahoo y Hewlett-Packard.

Sin embargo, las principales herramientas de enseñanza del colegio son todo menos alta tecnología: lápices y papel, agujas de coser y, ocasionamente, barro. Ni un ordenador a la vista. Absolutamente ninguna pantalla. No se permiten en el aula, y el colegio observa con gesto torcido su uso en casa.

Los colegios de todo el país se han dado prisa en dotar a sus aulas de ordenadores, y muchos altos cargos de educación opinan que no hacerlo sería una estupidez. Pero en el epicentro de la economía tecnológica, lo que encontramos es el punto de vista contrario: ordenadores y escuela no casan.

Estamos en el Colegio Waldorf de la Península, uno de los 160 colegios Waldorf del país que suscriben una filosofía de enseñanza centrada en la actividad física y el aprendizaje a través de actividades creativas y prácticas. Los que apoyan este enfoque dicen que los ordenadores inhiben el pensamiento creativo, el movimiento, la interacción humana y que distraen.

El método Waldorf nació hace casi un siglo, pero su huella aquí entre los digerati [contracción de “digital literati”, referido a la élite de las comunidades virtuales y la industria informática, N del T] hace evidente el intenso debate sobre el rol de los ordenadores en educación.

“Me opongo categóricamente la idea de que se necesitan ayudas tecnológicas en Escuela Secundaria”, dice Alan Eagle, de 50 años, cuya hija Andie es uno de los 196 niños en la Escuela Infantil Waldorf y cuyo hijo William, de 13 años, es alumno de la escuela secundaria que está cerca. “La idea de que una aplicación en un iPad puede enseñar mejor a mis hijos a leer o hacer cálculos aritméticos es ridícula”.

El señor Eagle sabe algo de tecnología. Es Ingeniero Informático por la Universidad de Dartmouth y trabaja en comunicaciones ejecutivas en Google, donde ha escrito discursos para el presidente, Eric E. Schmidt. Él usa un iPad y un smartphone. Pero dice que su hija, en Quinto Grado, “no sabe usar Google”, y su hijo está empezando a aprender. (A partir de Octavo Grado, la escuela permite un uso limitado de dispositivos electrónicos).

Tres cuartos de los estudiantes aquí tienen padres con fuerte conexión con la alta tecnología. El señor Eagle, como otros padres, no ve contradicción. La tecnología, dice, tiene su momento y lugar: “si yo trabajara en Miramax e hiciera películas eróticas, por muy buenas que fueran, no querría que mis hijos las vieran hasta que tuvieran 17 años”.

Mientras que otros colegios de la región presumen de sus aulas computerizadas, el colegio Waldorf abraza una metodología simple, casi retro: pizarras con tizas de colores, estanterías con enciclopedias, pupitres de madera llenos de cuadernos de trabajo, y lápices del número 2.

Un martes no hace mucho, Andie Eagle y sus compañeros de Quinto Grado refrescaban sus habilidades tejedoras, zigzagueando agujas de coser sobre madejas de lana, haciendo muestras. Según el colegio, esta actividad ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas, identificación de patrones, matemáticas y coordinación. Su objetivo a largo plazo: hacer calcetines.

Al final del pasillo, un profesor taladraba a sus alumnos de Tercer Grado con lecciones de multiplicación y les pedía que imaginasen que sus cuerpos eran relámpagos. Les preguntaba un problema matemático -cuatro veces cinco- y, al unísono, gritaron “20” y chasquearon los dedos sobre los números en la pizarra. Un aula de calculadoras humanas.

En Segundo Grado, los estudiantes en pie formaban un círculo y aprendían idiomas mediante la repetición de versos que recitaba el profesor, mientras se pasaban bolsas de guisantes cual pelota de beisbol. Es un ejercicio que intenta sincronizar cuerpo y mente. En ésta, como en otras clases, el día puede empezar recitando o leyendo un verso sobre Dios que no hace mención a ninguna divinidad concreta.

La profesora de Andie, Cathy Waheed, que fue ingeniera informática, intenta hacer que el aprendizaje sea al mismo tiempo irresistible y muy tangible. El año pasado les enseñó fracciones haciendo que los niños partieran comida -manzanas, quesadillas y pasteles- en cuartos, mitades y dieciseisavos.

“Las siguientes tres semanas nos comimos nuestras fracciones”, dice. “Cuando tuve suficientes piezas fraccionarias del pastel, ya tenía su atención”.

Algunos expertos en educación señalan que las presiones para equipar las aulas con ordenadores son injustificadas, porque los estudios no muestran mejores resultados en exámenes ni ninguna otra ganancia mesurable.

¿Es mejor aprender con fracciones de pastel y cosiendo? El Waldorf dice que es difícil de comparar, en parte porque ellos, como colegio privado, no hacen los exámenes estándar en niveles infantiles. El Waldorf reconoce que sus estudiantes de primeros grados no lo harían bien en esos exámenes porque, dicen, no les taladran con el currículo estándar de matemáticas y lectura.

Cuando se les pregunta por evidencia sobre la efectividad de su metodología, la Asociación de Colegios Waldorf de Norteamérica apunta al estudio de un grupo filial que muestra que un 94% de los estudiantes que se graduaron de los Institutos Waldorf en Estados Unidos entre 1994 y 2004 pasaron a la universidad, y muchos de ellos fueron admitidos en instituciones de prestigio como Oberlin, Berkeley y Vassar.

Obviamente los números no sorprenden: estos estudiantes proceden de familias que valoran la educación lo suficiente como para elegir selectos colegios privados, y normalmente tienen los medios para pagarlos. Es difícil separar los efectos de los métodos instructivos de baja tecnología de otros factores. Por ejemplo, los padres del Colegio de Los Altos dicen que éste atrae a grandes profesores que pasan por una intensa fase de aprendizaje usando la metodología de los Waldorf, y que esto crea un fuerte sentimiento de “misión” del que carecen otros colegios.

A falta de evidencia clara, el debate se reduce a la subjetividad, a la elección de los padres, y a las diferencias de opinión acerca de una palabra: compromiso. Los que abogan por equipar los colegios con tecnología dicen que los ordenadores mantienen la atención de los estudianes y que, de hecho, los jóvenes que se han destetado con dispositivos electrónicos no se manejan sin ellos.

Ann Flynn, Directora de Tecnologías Educativas de la Asociación Nacional de Consejos Escolares, que representa a los consejos escolares de todo el país, dice que los ordenadores son esenciales: “si los colegios tienen acceso a las herramientas y se las pueden permitir, pero no las usan, están engañando a nuestros niños”.

Paul Thomas, anteriormente maestro y ahora profesor asociado de educación en la Universidad Furman [la más prestigiosa de Carolina del Sur, N del T], que ha escrito 12 libros sobre métodos educativos en la escuela pública, no está de acuerdo: “poca tecnología en el aula favorece el aprendizaje”.

“Enseñar es una experiencia humana”, dice. “La tecnología es una distracción cuando lo que necesitamos es alfabetización, conocimientos de cálculo numérico y pensamiento crítico”.

Y los padres de los Waldorf argumentan que el compromiso real se consigue con buenos profesores y programaciones didácticas interesantes.

“El compromiso requiere contacto humano, contacto con el profesor, contacto con los compañeros”, dice Pierre Laurent, de 50 años, que trabaja en una start-up de alta tecnología y anteriormente trabajó en Intel y Microsoft. Tiene tres hijos en colegios Waldorf y quedó tan impresionado con los colegios que su esposa Mónica se incorporó como profesora en 2006.

Donde los defensores de dotar las aulas de tecnología dicen que los niños necesitan pasar más tiempo con el ordenador para competir en el mundo moderno, los padres del Waldorf contraatacan: ¿qué prisa hay, visto lo fácil que es adquirir esos conocimientos?

“Es superfácil. Es como aprender a usar la pasta de dientes” dice el señor Eagle. “En Google y demás empresas hacemos la tecnología lo más fácil de usar posible, para tontos. No hay razón para que los niños no se enganchen cuando sean mayores”.

También hay muchos padres relacionados con la alta tecnología en un colegio Waldorf en San Francisco y al norte de allí, en el Colegio Greenword de Mill Valley, que no tiene una acreditación Waldorf pero sí está inspirado por sus principios.

Hay unos 40 colegios Waldorf en California, una desproporción. Quizá porque el movimiento está echando raíces aquí, dice Lucy Wurtz, quien, junto con su marido Brad ayudó a fundar el Instituto Waldorf de Los Altos en 2007. El señor Wurtz es Director Ejecutivo de Power Assure, que ayuda a los centros de datos computerizados a reducir su consumo energético.

La experiencia de los Waldorf no sale barata: la matrícula anual en los colegios de Silicon Valley cuesta 17.750 dólares [12885 EUR, N del T] desde guardería la hasta Octavo Grado, y 24.400 dólares [17713 EUR, N del T] en el instituto, aunque la señora Wurtz dice que dan ayuda económica. Ella dice que el padre típico de Waldorf tiene un amplio rango de colegios públicos y privados de élite donde elegir, suele ser progresista y con educación superior, con ideas claras sobre educación. También suelen tener claro que cuando toque que sus hijos aprendan nuevas tecnologías, tendrán los medios y los expertos en casa.

Los estudiantes, mientras tanto, dicen que no echan en falta la tecnología, y que tampoco están haciendo el mono. Andie Eagle y sus compañeros de Quinto Grado dicen que ven películas de vez en cuando. Una chica, cuyo padre trabaja como ingeniero en Apple, dice que a veces su papá le pide que pruebe los juegos que está depurando. Un chico juega con simuladores de vuelo los fines de semana.

Los estudiantes dicen que se frustran cuando sus padres y parientes se centran tanto en teléfonos y otros dispositivos. Aurad Kamkar, de 11 años, dice que recientemente visitó a unos primos y se encontró con que estaban los cinco sentados, jugando con sus cacharrillos, y sin hacerse caso unos a otros. Él se puso a mover los brazos delante de ellos: “Les decía: ‘Hola chicos, estoy aquííííí'”.

Finn Heilig, de 10 años, cuyo padre trabaja en Google, dice que le gusta aprender con lápiz y papel más que con un ordenador, porque así puede ver cómo progresa con el tiempo.

“Puedes mirar atrás y ver lo mala que era tu letra en Primer Grado. No puedes hacer eso con los ordenadores porque todas la letra es siempre igual”, dice Finn. “Además, si aprendes a escribir en papel, puedes escribir aunque te caiga agua en el ordenador o se vaya la luz”.

Fotografías en el artículo

  • Encabezado (niña acostada en un pupitre leyendo): “El Colegio Waldorf de Los Altos, California, evita la tecnología. Aquí, Bryn Perry lee sobre un pupitre”
  • Lateral izquierdo: “Cathy Waheed helps Shira Zeev, a fifth grader. Waldorf parents are happy to delay their children’s engagement with technology”

Presentación “Escuela a la antigua en Silicon Valley

  • Foto 1Mientras los colegios de todo el país se han dado prisa en dotar a sus aulas de ordenadores, el Colegio Waldorf de la Península, en Los Altos, California, tiene una política de “pantallas no”. Y sin embargo, es una elección frecuente para hijos cuyos padres trabajan en gigantes de Silicon Valley como Google, Apple y Yahoo.
  • Foto 2Hay 160 colegios Waldorf del país que suscriben una filosofía de enseñanza centrada en la actividad física y el aprendizaje a través de actividades creativas y prácticas. Los que apoyan este enfoque dicen que los ordenadores inhiben el pensamiento creativo, el movimiento, la interacción humana y que distraen.
  • Foto 3Representantes del colegio dicen que el padre típico de Waldorf tiene un amplio rango de colegios públicos y privados de élite donde elegir, suele ser progresista y con educación superior, con ideas claras sobre educación. También suelen tener claro que cuando toque que sus hijos aprendan nuevas tecnologías, tendrán los medios y los expertos en casa.
  • Foto 4El método Waldorf nació hace casi un siglo, pero su huella aquí entre los digerati [contracción de “digital literati”, referido a la élite de las comunidades virtuales y la industria informática, N del T] hace evidente el intenso debate sobre el rol de los ordenadores en educación. Tres cuartas pares de los estudiantes del colegio de Los Altos tienen padres con fuerte conexión la alta tecnología.
  • Foto 5Mientras que otros colegios de la región presumen de sus aulas computerizadas, el colegio Waldorf abraza una metodología simple, casi retro: pizarras con tizas de colores, estanterías con enciclopedias, pupitres de madera llenos de cuadernos de trabajo, y lápices del número 2.
  • Foto 6Los padres de los Waldorf argumentan que el compromiso real se consigue con buenos profesores y programaciones didácticas interesantes. Aquí, Shira Zeev escucha a su maestra de Quinto Grado durante una clase.
  • Foto 7Los estudiantes hacen ensalada de las verduras que han crecido en el jardín del colegio. El aprendizaje en el colegio es a menudo irresistible y muy tangible. El año pasado, una maestra enseñó fracciones haciendo a los niños cortar la comida -manzanas, quesadillas y pasteles- en cuartos, mitades y dieciseisavos.
  • Foto 8La experiencia de los Waldorf no sale barata: la matrícula anual en los colegios de Silicon Valley cuesta 17.750 dólares [12885 EUR, N del T] desde guardería la hasta Octavo Grado, y 24.400 dólares [17713 EUR, N del T] en el instituto, aunque la señora Wurtz dice que dan ayuda económica.
  • Foto 9Trabajo en clase: los estudiantes practican sus habilidades tejedoras, zigzagueando agujas de coser sobre madejas de lana, haciendo pequeñas muestras. Según el colegio, esta actividad ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas, identificación de patrones, matemáticas y coordinación. Objetivo a largo plazo: hacer calcetines.
  • Foto 10Algunos expertos en educación señalan que las presiones para equipar las aulas con ordenadores son injustificadas, porque los estudios no muestran mejores resultados en exámenes ni ninguna otra ganancia mesurable. ¿Es mejor aprender con fracciones de pastel y cosiendo? Los que apuestan por el Waldorf dicen que es difícil de comparar, en parte porque ellos, como colegio privado, no hacen los exámenes estándar en niveles infantiles.
  • Foto 11Los estudiantes, mientras tanto, dicen que no echan en falta la tecnología, y que tampoco están haciendo el mono. Andie Eagle y sus compañeros de Quinto Grado dicen que ven películas de vez en cuando. Una chica, cuyo padre trabaja como ingeniero en Apple, dice que a veces su papá le pide que pruebe los juegos que está depurando. Un chico juega con simuladores de vuelo los fines de semana. Aquí, Sakurako Kida, de 10 años, lee en japonés en clase.
  • Foto 12En Segundo Grado, los estudiantes en pie formaban un círculo y aprendían idiomas mediante la repetición de versos que recitaba el profesor, mientras se pasaban bolsas de guisantes cual pelota de beisbol. Es un ejercicio que intenta sincronizar cuerpo y mente.

Más

Este artículo es parte de la serie “Poniendo nota a la Escuela Digital” del New York Times.

Nota

Aunque en el artículo de Matt Richtel se hace referencia las escuelas Waldorf, NO comulgo con su metodología, ideología ni filosofía. Es más, recomiendo encarecidamente leer el artículo “Antroposofía: la secta y su banco” de Mauricio José Schwarz.

You sure know Qt demo. It provides a number of example applications and demonstrations that have been written to provide developers with examples of the Qt API in use, and showcase features found in each of Qt’s core technologies.

Wait. Don’t we have the Qt examples in the source tree to learn the API? Why is Qt Demo there? In my opinion, because it is a great seller: it’s a single and simple application which shows the greatest and best features of Qt. It’s a great tool to to convince your boss Qt is the right choice.

In KDE, we also have examples but we do not have a demo with bells and whistles.

My wish today: step in and create a KDE Demo showing the technologies and applications that make KDE a great platform: KIO, KParts, KAuth, Solid, Plasma, KXmlGui, KIPI plugins, Nepomuk, ThreadWeaver, Sonnet, KNewStuff, Kiosk mode, Kross, KDevPlatform, Phonon (some features are not present in the Qt version), Attica, KWallet, etc.

What would you like to see in a KDE Demo application? Do you think it could be material for a GSoC?

Update April 26th 2011 This idea has been accepted for Google Summer of Code 2011, I am mentoring Jon Ander Peñalba this summer!

My last two wishes were a generic version control system library based on git and document-level versioning for Calligra (I’m talking about Calligra here but this applies to many applications, it’s just that Calligra is one where this fits very nicely). Those were the building blocks for this wish: in-document translations.

Say you are a company present in several locations and you want to send a document to your customers. You want to please them, make them know they are loved. One effective way to do that is to write them in their native language.

I don’t know what is your workflow when you have to write a document in several languages but this is mine:

  1. Create original document, generally written in English for proper review by everybody with a say and a vote. Save it as document_english.odt.
  2. Translate to Catalan and save as document_catalan.odt
  3. Translate to Spanish and save as document_spanish.odt

Now when I want to send the document and translations to someone, I need to send several files.

Drawbacks of my workflow:

  • When attaching several documents to an e-mail, it’s easy to forget to send some translation (oh, I forgot to send you document_urdu.odt!)
  • If the original document (document_english.odt) is updated, I need to remember and manually update document_spanish.odt, document_french.odt, etc
  • Oh, and each document has to be translated on its own

Enter my imagination: I want better support for translations in Calligra. It would comprise two parts: in-document translations and automated translation.

In-document translations means instead of having document_english.odt, document_french.odt, etc, we would have a single document.odt that would contain all the translations.

How to do that? By means of the versioning method I wished about yesterday and git branches.

The “master” branch in the document would be the original language the document was written in (say, English) and then, when I want to translate the document to Japanese, I would go to Calligra Words, click on “Create new translation” and choose the language I am translating to. This would create a new branch, essentially a “git checkout -b master japanese”.

Of course it would be better to use ISO 639 codes for the branch names, so that we can show localized language names, i. e. if I am using Calligra in English, I want it to say the translations available in that document are “Original document, Japanese, French” but if I am using Calligra in Spanish I want it to say the translations available are “Documento original, Japonés, Francés”.

By using git versioning, it would also be quite easy to introduce some “marks” to know when the original document has been altered and therefore the translations need updating (“git diff” to the rescue 🙂 )

Changing the language of the master branch should also be possible by adding a “make default language” option to Calligra. The default language would be the language in which Calligra opens the document when several translations are available.

Now, let’s go for the second point of my vision: automated translations.

A bit earlier I said to create a new translation I would go to Calligra Words, click on “Create new translation” and a new branch would be created. In addition to that, we could ask the user if he wants to do an initial translation using some automated tool like Apertium (want to translate from Tajik to Persian? Apertium does), Google Translate, Babelfish, etc

And now the twist: I’m not a native English speaker. After each BehindKDE I write, I go to Jonathan Riddell and ask him to read the interview, spellcheck, make sure the words not only are correct but are in the proper order, etc (and he kindly does and never complains, thanks Jonathan!).

Would you not like to have a Jonathan Riddell in your Calligra Words for English translations, an Irina Rempt for Dutch translations, etc? I sure would!

So the idea is, after the automated translation, a small notification would pop and say “hey, I’ve noticed some supersmart bot has translated your document to Bengali. Would you like a human to review the translation and be back to you in 24 hours?”. That would send the document to some professional translator, for instance to Irina or to Prompsit (the company that develops Apertium), which would charge you their fee and Calligra would receive a commission (5%?).

The automated translation has many nitpicks but they all can be worked out and they could even create a business:

  • What services should be in for free translation? That’s not a problem: essentially, anyone that’s good. There should be a default, which provides translation services for the most used languages and provides good translations
  • What services should be in for paid translation? That could be a problem: in the near future, when Calligra overtakes Microsoft Office, every translator will ask to be in 🙂 No, really, we’d need them to offer a proper way to submit documents, notify the user they have received it and progress, etc
  • Privacy. For automated translation, I can either submit the document to the public free translation service, or I can pay a small monthly fee and have an private account on Apertium or Google Translate, so that my document is submitted over SSL and I am assured noone would use it for research or anything.
  • … and more

As a bonus point, a “translation mode” UI could be added to Calligra. It would show the document in the original language and the translated document side-by-side and make editing easy, something like Google Translator Toolkit:

In case you think I’m dreaming: no, I’m not. I have had this in mind for more than a year. Last month I talked about it with Gema Ramirez, the CEO of Prompsit (who has been a friend for I don’t know, 15 years?) and she instantly liked the idea. Maybe this could be material for a shared Apertium-Calligra GSoC?

So here is my third wish: let’s make Calligra the reference tool for users needing translations and for companies providing translation services. Your mission: take my 1,000 words essay and make it real 🙂 I would do it myself but sadly my job and real life leave little spare time for that.

FOSDEM ended yesterday and here I am sitting at Charleroi Airport (also known as “Brussels South”, quite a misleading name given that it’s 80 Km from Brussels).

I have already passed all controls, check-in and everything. While I wait for boarding, I am watching the shameful spectacle of airport personnel (let me reiterate that: airport personnel, not Ryanair’s) enforcing RyanAir’s 10 Kg cabin baggage limit. According to RyanAir, they want to minimize the weight the plane carries to use less fuel. So far, so good.

Here is what I have seen: people who do not carry any baggage (very few, they have probably checked it in because it exceeded size or weight), people who are below the 10 Kg limit and people who are way over it (and have been told to check luggage in). I am OK with those cases.

There is still a fourth case: people who are slightly over 10 Kg.

I’ve seen a woman whose bag was 10.15 Kg to be told to pay 20 EUR to check her bag, or go back to the RyanAir desk to check-in the bag. She opened her bag, took a scarf, put it on and now the bag matched the weight limit.

Yes, RyanAir is charging 20 EUR/Kg for hand baggage from 10 Kg on. What a rip-off.

A couple of East-European girls were about 1 Kg in excess each. They put a couple of extra jumpers on and now baggage was under 10 Kg.

Many people were about 1 Kg in excess. When they were told their suitcase better got lighter or pay 20 to 40 EUR. Most of them just took something (camera, food, slippers, whatever) and put in the pockets of their coats. Fortunately, RyanAir is not charging for body and clothes weight (yet?).

In all those cases the plane will end up transporting the same weight and RyanAir won’t get one more dime, so why RyanAir? Why are you such a shameful company? Why are you enforcing ludicrous and pointless policies? Don’t you know after passing the control everybody just put everything back into the suitcase? Of course you do.

So after watching this ridiculous spectacle go on for a while, I had a devious idea: let’s organize a fat people conference and fly them all over to and from using RyanAir. Further, all of them should carry exactly 10 Kg hand baggage.

CModuler is a CMake module generator. I was fed up with copy & paste, search & replace over and over again 90% of the time.

Version 1.0 (AKA “CModuler Meta”) provides only very limited functionality: it will create finders (modules of the form FindXXX.cmake) for libraries consisting of only 1 library. CModuler-generated modules support debug/release configurations.

Here is an example of a CModuler-generated module for finding Sqlite3: FindSqlite3.cmake

You can download CModuler from Gitorious

Like CMake, CModuler is licensed under the BSD license

NB: The comments in this blog do not work due to a hosting issue

Todo el mundo habla de la Ley de Economía Sostenible.

Más concretamente, todo el mundo habla de la “patada en la web“, la blogosfera está que hierve y los internautas indignados.

Y sin embargo, nadie dice ni mu de que se elimina la deducción por vivienda, que supone 1500 EUR al año para nuestros bolsillos.

¿Se gasta usted 1500 EUR al año en CDs y películas en DVD? Yo no.

Maniobra de distracción magistral del Gobierno, ni Goebbels, oiga.

ACTUALIZACIÓN: Me dice Pablo que no tiene efecto retroactivo, los que tenemos hipoteca actualmente seguiremos pudiendo desgravar.

The open source sniffer and network analyzer Wireshark 1.2.1 is now available for Jaunty. It is not possible to build it for Hardy without severely crippling it or risking bad behavior due to limitations in the stock kernel in Hardy (2.6.24).

At work we are using the GStreamer backend to Phonon to play video from an RTSP source transparently. Turns out they fixed a lot of bugs and a nasty memory leak (more than 8 MB leaked every time you opened an RTSP media source!) in GStreamer 0.10.24, so I backported/packaged it for Ubuntu Jaunty. No Hardy backports this time, though, too much work and we are not deploying on Hardy.

GStreamer summary: libnice 0.0.9, GObject introspection 0.6.5, GStreamer Core 0.10.24.3, GStreamer plugins base 0.10.24.3, GStreamer plugins Farsight 0.10.12, GStreamer plugins ffmpeg 0.10.8.2, GStreamer plugins good 0.10.16, Python GStreamer bindings 0.10.16.3, GStreamer plugins bad 0.10.14, GNonLin 0.13, Farsight2 0.0.14, GStreamer DBUS service 0.1.17. I also rebuilt the latest versions GStreamer pitfdll plugins, GStreamer mpegmux, mpegdemux, mp3 and GStreamer plugins ugly against GStreamer 0.10.24.3.

While I was waiting for all the GStreamer stuff to build, I also packaged NVidia driver 190.32 for Jaunty (and the nvidia-settings utility).

I tried to backport PackageKit 0.4.9 or 0.5.2 to Jaunty because KPackageKit 0.4 is broken (it won’t uninstall packages when it finds a “Conflicts” in a Debian package you are going to install; apt-get and aptitude do this fine). In the end it was too dangerous: after backporting and packaging a lot of stuff, I ended up in udev 147 being incompatible with Jaunty’s default kernel (2.6.28) due to a missing type definition (__u32). I could have fixed this in udev but I was feeling too much in the bleeding edge: I had backported PolicyKit 0.9.4, udev 143, debhelper 7.3.15 and usbutils 0.82. Too many too dangerous changes and now the udev fix? I’d rather not.

Although I removed by backports of packagekit, policykit, udev, debhelper and usbutils (they were up less than 12 hours), so much work had its bright side: I noticed xulrunner 1.9.1 was broken in Karmic due to missing NSPR pkg-config info. The new version required sqlite 3.6.16 and NSPR 4.8 and they are now available for Jaunty, too.

¿Soy el único al que le parece que Europa VII, del último álbum de La Oreja de Van Gogh, se parece peligrosamente a Space Oddity de David Bowie? Temática (perdido en el espacio sin posibilidad de rescate), melodía, partes de la letra, etc. Hasta los toques de guitarra. En fin…

Europa VII: vídeo, letra
Space Oddity: vídeo, letra

Am I the only one who finds Europa VII, from La Oreja de Van Gogh‘s latest LP, is a bit too similar to Space Oddity by David Bowie? Topic (lost in space without any chance for salvation), tune, some passages of the lyrics, etc. Even some guitar bits. Hmmm…

Europa VII: video, lyrics (in Spanish)
Space Oddity: video, lyrics